A Vagina Llena, ¿con Razón Contenta?

Una amiga lectora, a quien llamaremos Luisa, nos escribió diciendo que tiene un esposo muy bien dotado, que le "llena" totalmente la vagina, pero que no se siente satisfecha sexualmente y pocas veces logra llegar al orgasmo.

Resulta ser que en esta viña del Señor hay de todo. Hay quien tiene el cañón largo, pero no le atina bien al blanco. Y viceversa, hay quien con el cañón corto, dispara bien, pero bien lejos. (Te recomendamos leer nuestro libro y quedarás convencida).

Su Majestad la Vágina tiene dos dimensiones opuestas, pero complementarias. Por un lado es una "entidad material" y si los físicos afirman que el movimiento es la forma principal de existencia de la materia, pues es el movimiento y no el tamaño del chorizo el que hace realmente feliz a la majestuosa cavidad femenina. !Quizás tengas que ayudarle, que enseñarle a tu hombre como mover su osamenta!

Por otro lado, su Santidad la Vagina es una "entidad muy espiritual" a la que realmente hay que llenar no tanto con un pedazo de carne endurecida por la irrigación sanguínea, sino con las caricias que anteceden y acompañan el acto sexual; con la excitante miel de la palabra que temblorosa susurra al oido quien sabe cuántas dulzuras (o barbaridades... a veces da lo mismo); con el roce tormentoso de la piel contra la piel y de esos labios que queman, pero no lastiman... eso es lo que realmente "llena" nuestra goloso agujerito.

Quizás al esposo de Luisa (¿sólo al de ella?) también le esté faltando un poco de inspiración y se esté quedando corto en aquello que no comienza y termina con la bendita erección: la Sabiduría del Buen Amante. Regálale nuestro libro y enséñale, ya que si te tocó un buen paquete, pues a disfrutarlo amiga.

Con mucho cariño,

Lastres Gracias