Puede parecer increíble, pero entre los mails que nos llegan, uno de los temas que más se repite es el de los afrodisíacos y estimulantes sexuales. Vamos a tocar brevemente en esta entrada a los primeros.
Aunque desde antaño algunos hicieron sus fortunas preparando pócimas de amor que hacían crecer el deseo, en general, detrás de la gran mayoría estaba el mito y el engaño.
Existen Tres Grandes Afrodisíacos comprobados (y en nuestro Libro, de una u otra manera los abordamos los tres):
1. El Universal: su nombre es muy corto, pero muy fuerte. Se llama "amor" y no tenemos necesidad de explicar a nadie por qué incrementa los latidos del corazón, acelera la circulación de la sangre, levanta las inhibiciones de las mujeres y otra cosa en los hombres.
2. El Ocasional: que no se llama así sólo porque generalmente su manifestación es temporal, sino porque se adapta fácilmente a cualquier ocasión donde exista. Se llama "gusto"... y todas sabemos que cuando alguien te gusta de verdad (aún cuando no haya amor) se despiertan las neuronas, se desatan las diablillas y en pocos minutos estamos más que prepradas para disfutar el sexo y el placer.
3. El Incontenible, al cual algunas llaman "deseo" y otras simplemente "ganas". Todas hemos pasado por situaciones donde hemos sentido unas enormes ganas de ser poseídas, de sentirnos esa mezcla de mujer y hembra que derrumba montañas y barreras (excepto algunos preceptos morales demasiado fuertes que lamentablente la sociedad o la religión sembraron en nosotras). En ese tipo de casos, casi cualquier macho de la especie humana nos viene bien. No por gusto hay un viejo refrán, un poco vulgar, pero no por ello menos cierto que dice: "Cuando las ganas de joder aprietan, ni a los vivos ni a los muertos se respetan".
Esos son amigas, los tres mejores afrodisíacos. Todo lo demás es leyenda... Eso sí, existen ciertos estimulantes de la líbido, que trataremos en otra ocasión, para no aburrirte ahora.
Con todo cariño,
Pilar, Susana y Purita (Lastres Gracias)
Me gusta como ustedes escriben. Generalmente encuentro por ahi respuestas muy extremistas. En un caso como este, los puritanos hablarían solo del amor, mientras que los más atrevidos o deshinbidos quizás absoluticen las ganas.
ResponderEliminarEl Blog se está convirtiendo en algo muy oinstructivo y si así es el libro, pues vale la pena comprarlo. Creo que lo que ustedes escriben está muy bueno también para la gente jóven que no siempre encuentra opiniones tan balanceadas, bien escritas y sin el aburrimiento de las charlas médicas. Gracias y esperamos que siempre nos den más.