¿Es perjucidial tragarse el semen?

Este es un tema recurrente. Unas lo disfrutan, otras lo toleran por dar satisfacción a su amante, otras lo retienen en la boca y lo escupen luego, y las hay que no permiten siquiera que el semen les roce los labios. Como en todo lo referente al sexo: hay de todo y para todo los gustos en este arte sin normas, donde las únicas reglas son quizás las relacionadas con la higiene y la salud.

En este último sentido, podemos afirmar que no es dañino tragar el semen si la persona está sana. Sin embargo, es una práctica de riesgo que puede conllevar al contagio de VIH u otras enfermedades venéreas; por lo que a quien le guste (o lo practique por dar gusto, que también es muy válido) sólo podemos aconsejarle que lo haga con su pareja estable o personas a quienes conozca muy bien, para disminuir el citado riesgo.

El semen está compuesto por un gel que se licuará una vez expulsado y que es al 90% similar con el líquido cefaloraquídeo. Consta de una parte producida por las glándulas seminales (guardan la reserva de espermatozoides) y otra parte producida por la próstata. Cuando el hombre eyacula ambas salen mezcladas.

Ese gel contiene conservantes y nutrientes imprescindibles para la vitalidad y finalidad de los espermatozoides, por lo que resulta algo nutritivo, que no tiene efectos secundarios, no te deja embarazada, no te daña los dientes, y no te engorda.

Por experiencia propia (dos de nosotras lo hemos practicado con cierta frecuencia y nuestra casi monja de la providencia en ocasiones) sabemos que provoca un morbo muy especial que enloquecerá a tu pareja, aunque lo que realmente lo lleva al cielo es que pueda terminar en tu boca, tragar o no el semen ya es una decisión muy propia . Eso sí, no sabe ni a fresas ni a chocolate, sino como algo así parecido a nueces amargas (aunque aún no se producen masivamente ni licuados ni helados con ese sabor específico).

Recuerda, sólo ten en cuenta la salud de tu amante y lo demás... "a gozar, a gozar, que el mundo se va a acabar"... y si no se acaba qué bueno, para seguir gozando.

Con cariño,

Pilar, Susana y Purita (Lastres Gracias)